Cuando participamos en un Voluntariado… Qué pasa en nuestro interior?
Por: Paola Castillo.
Al querer iniciar el trabajo en un voluntariado nuestra razón o motivación principal viene de esa necesidad de ayudar a los demás; porque hubo una historia que nos conmovió, porque nos identificamos profundamente con una persona o un grupo de personas que lo necesitan, porque hubo alguien que nos lo pidió o porque sencillamente sentimos que debíamos hacerlo.
Y si bien aporta un gran valor a los demás; puede llegar a convertirse en una experiencia de autoconocimiento y crecimiento personal, el voluntariado nos permite conocer gente y hacer amigos, desarrollar nuevas habilidades e incluso avanzar en nuestra carrera profesional, pero sobre todo, la riqueza de la experiencia radica en lo que sientes al realizar una tarea que beneficia a otros. Hacer algo bueno por lo demás te hará sentirte realizado y orgulloso de ti mismo, y cuanto mas te sientas mejor contigo seguramente tendrás una visión más positiva de la vida y del futuro. También se convierte en una forma de explorar tus intereses y pasiones, en las diversas tareas que tendrás que cumplir en el voluntariado podrás identificar las habilidades que tienes y lo que más disfrutas hacer.
Cuando haces algo por otros te sensibilizas ante problemáticas sociales o medioambientales que probablemente no conocías, abre tu mundo, tu perspectiva del mismo y puedes llegar a crear conciencia en ti y en los que te rodean de todo lo que podemos llegar hacer para mejorar o cambiar una problemática social.
Encontrar el lugar para hacerlo es muy fácil, busca en tu comunidad, siempre va a existir alguien a quien puedas ayudar, date la oportunidad de abrir tu mente y aprender a comprender a otras personas.
